Tom (3/4)
-Estoy harto –Bill se agarró de la cabellera como si intentara quitársela. –estoy cansado de decirle a Aliz que no me interesa.
-Oye Bill ¿Crees que tengo cara de psicólogo? –preguntó Tom al tiempo que miraba videos en su computadora.
-No –respondió confuso.
-Entonces cállate. No estoy para oír tus sermones y tus quejas. Tengo bastantes problemas y con los tuyos serían el colmo.
-¿Alex por fin se dio cuenta de la mierda que eres?
-Porqué no desapareces de aquí y das un lindo paseo con Aliz.
Bill suspiró.
-De acuerdo –se resignó al tiempo que alzaba sus manos como quien advierte a alguien- también quiero recordarte que recibiste un correo de Neily. Quiero estar contigo cuando lo leas.
Tom se sorprendió pero aun así intentó ocultarlo.
-¿Te lo enviaron a ti o a mi?
-No soy idiota, sé que me están ocultando algo.
-Lárgate –gritó Tom sintiendo como el estomago se les estrujaba más y más mientras su hermano gemelo de algún modo intentaba meterse a su cabeza. Pero con las fuerzas y con la pequeña seguridad que le quedaba, intentó apartarlo de su cabeza y empujarlo hasta la puerta con un fuerte empujón.
Aunque Bill se enojará y gritara todas las palabrotas que alguien pudiera conocer, es lo que le importaba poco a Tom. Pues en su mente podía saber casi de memoria lo que podía contener la carta o bien dicho el email.
Así que se precipitó rápidamente hacia la computadora para leer el email de Neily, no sin antes echar un vistazo a la ventana donde pudo ver con claridad como Aliz lo esperaba ansiosamente afuera de su casa vestida de una forma realmente seductora. Negó con su cabeza antes intentar no meter el cuerpo de Aliz en sus pensamientos y volvió al monitor en un dos por tres.
Ahí estaba el correo que ofrecía más que solo problemas para él con su propio hermano. ¿Cómo se le ocurre arriesgar algo así a Neily? Pensó Tom abriendo rápidamente el correo. Solo un loco suicida lo haría, bromeó al respecto.
-Oh a menos que deseara que Bill lo viera –supuso mientras esperaba a que el email abriera. Para estos casos la computadora solía ser demasiado lenta.
Por fin abrió.
“Querido Tom…” apenas estaba a punto de leer la primera línea cuando el celular de Tom comenzó a sonar desenfrenadamente. “Maldición” maldijo Tom con brusquedad al no poder tener tiempo para leer está carta.
El celular marcaba directamente del celular de Mina.
Tom suspiró.
-Hallo
-¡Tom! –se escuchó alterada- ¡Alex desapareció!
Escucharla decir eso era como si le hubieran clavado algo justo en su corazón haciendo que se detuviera. Tuvo que recordarse que debía respirar.
-¡Qué! –se apresuró a exclamar un tanto enojado.
Perfecto Tom mira lo que has ocasionado – se dijo a sí mismo con una furia que ya comenzaba albergar en todo su cuerpo. Sin desearlo navegó en los momentos en los que Alex le contaba como ella deseaba suicidarse. No lo haría, se repitió Tom como si necesitara consolarse.
-Que imbécil soy –comenzó Tom a culparse- soy un imbécil, imbécil, completo imbécil.
-Si lo sé –estuvo de acuerdo con eso.
-Todo es mi culpa…
-No Tom –negó rápidamente- no es tú culpa, Alex ya sabía lo que había ocurrido desde un principio.
-¡Qué! ¿Y por qué no me lo dijo?
-Ella así lo quiso
-¿Pero cómo lo supo?
-Lo supo de su hermana, ella planeó todo.
-Soy un idiota –eso fue lo que a Tom le pesaba más. Ella ya lo sabía, quizá por esa razón decidió a esperar a escuchar su versión y lo arruinó gritándole. Se sentía mal. Pero antes de ponerse más alterado, su pregunta más alarmante fue ¿Por qué razón había desaparecido? –Ella desapareció por lo que le hice……
-Tom tranquilo espera –él esperó- su nana falleció.
“Su nana” soltó decirlo en un susurró mientras podía imaginar a Alex llena de dolor, llena de angustia y lo peor de todo….completamente sola. ¿Acaso no habría otra persona más imbécil que él? Quizá ella misma está esperando una llamada de él y Tom…perdiendo el tiempo en la computadora.
No perdió tiempo y le colgó a su amiga sin antes tomar sus llaves de la camioneta para irla a buscar.
Abrió la puerta de golpe dando enormes zancadas para llegar a las escaleras cuando empujó a Bill directo a los barrotes de las escaleras al intentar quitarlo de su paso.
-¡Qué demonios te sucede! –le gritó Bill enfurecido a sus espaldas. Pero para eso Tom ya se encontraba demasiado lejos para seguirlo escuchando. Tom tuvo que empujar a Aliz de su camino, quien se había quedado quieta en la puerta de entrada tomando un mechón de su cabello como si fuera divertido.
Encendió el carro a toda prisa e hizo girar el volante. Le sorprendió un poco que Mina estuviera corriendo descalza y agitando ambas manos que Tom ignoró enseguida.
Aunque por más que tratara de llamarla, su celular solo lo mandaba directo al buzón. Así tuvo que pensar en alguna forma en la que ella pudiera estar. No podría ser cualquier lado, razonó Tom.
-De acuerdo –habló positivo acomodándose mejor a su asiento sin dejar de pisar el acelerador- si yo fuera Alex ¿A dónde iría?
Me encuentro completamente solo, indefenso…..el único lugar posible es……
Sabias que??? (*2) CAPITULO NUNCA ANTES VISTO
-
Bueno me gustaría poder redactar como hubiera sido el final de la historia
que apareció en mi cabeza desde un principio. Y antes de que puedan
preguntarse ...
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