Cuarta Temporada

Para entender esta historia! deberas leer la Primera (living without limits 1) y segunda (living without limits 2) temporadas!!
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Cap 3

A pesar de las horas que Mina se mantenía despierta no podía conciliar el sueño siendo las 6:45 de la mañana. Daba vueltas por la cama con el único objetivo de dormir.

No le extraño que Tom la visitara como de costumbre a estas horas de la mañana. Ella apenas le dio tiempo para despedirse de sus padres y correr al chico que siempre se escondía los fines de semana debajo del colchón.

Se levantó de la cama como de costumbre y se dio un baño extremadamente caliente “para relajar los músculos” como ella decía.
A pesar de saber que esta noche se encontraba un poco libre, aun tenía la esperanza de que albergara un síntoma de alivio donde anunciara que saldrían esta noche.

Se encaminó y se arregló sin tener algo que la motivara a verse un poco más arreglada. Tomó su pijama y se la puso encima.
Sus padres nunca permanecían dentro de la casa, todo el tiempo estaban fuera y era algo en lo que ella estaba totalmente acostumbrada.

Suspiró y se dio por vencida con el control televisor al no encontrar un canal que le interesara. Revisó de nuevo el reloj y ya marcaban las 8:25 de la mañana.

-El tiempo pasa demasiado lento –Suspiró diciendose así misma que después le pareció algo tonto por habar a solas.

Dio un brinco desde el sillón hasta el suelo cuando escucho su celular. Sintió la esperanza de que fuera Tom. No pensó en otra cosa que no fuera él cuando estaba corriendo hacia la parte de arriba de su casa donde estaba su celular.

“Prepara lo mejor de ti Mina, cambió de planes. Saldremos esta noche”

Una de sus mejores sonrisas salió inmediatamente. Había descartado por fin salir a solas con algunos amigos donde no se divertía mucho.

*************

La paso corriendo de un lado a otro discutiendo que era lo que se pondría para esta noche.
Se alació un poco se melena mientras se miraba al espejo. Pocas veces pensaba en la vida que tenía y en lo poco que sus padres permanecieran en su casa. Solo podía verlos los fines de semana cuando tenía suerte. No se sentía amada y la única forma de sentirse amada era teniendo sexo con hombres que fueran lo suficientemente buenos en la cama.

Tomó uno de sus vestidos favoritos con mucho cuidado y lo extendió sobre su cama. El vestido era rojo con perlas alrededor justo debajo del busto. Estaba escotado en la espalda y le quedaba muy corto al llegar 6 centímetros antes de llegar a las rodillas.

Se puso unos tacones de plataforma color negros con una flor blanca pequeña que hacían lucir más el brillo de sus zapatos. Era adicta a los zapatos. Todas las noches llevaba un estilo diferente. Sus padres le regalaron en su cumpleaños número 20, cinco tarjetas de crédito para que pudiera utilizarlas en cualquier tienda.

Siempre la pasaba a solas cada vez que salía de compras. Una maestra la enseñaba en casa hasta la edad de los 16 años. A esa edad sintió la necesidad de volverse libre sin la ayuda de alguien. Fue lo único bueno de sus padres –pensaba ella- ahora ella no dependía tanto de sus padres al momento de comprar algún artículo para su hogar o para hacer de comer, solamente dependía de ellos al momento del dinero.

Siempre pensaba en el “hubiera la mayor parte del tiempo”“Si mis padres no trabajaran tanto y la pasaban conmigo” y era entonces cuando volvía a recaer y salía de noches para no tener que lidiar con esos pensamientos. Tom había sido la única persona que podía comprender un poco su situación cuando se trataba de la soledad. Pero Tom siempre tuvo la suerte de que alguien estuviera a su lado desde el día que nació Bill.

Suspiró y se acomodó un poco su vestido. Sus pechos formados y un poco grandes le ayudaban a verse excelente. Le gustaba mirarse al espejo cada que tenia oportunidad.
Al ver la hora, se precipito a darse una oleada de perfumes por todo su cuerpo y tomó su bolsa con algunos condones y pastillas que evitaran un embarazo. “Nunca se sabe cuando puedas utilizarlos” pensaba ella.
Corrió de prisa hacia la puerta de su casa donde le gustaba esperar a Tom con su camioneta.

-¿De fiesta esta noche también? –escucho Mina quien se encontraba demasiado perdida esperando sentada en el escalón fuera de su casa. Volteo extrañada hacia Sarah quien vestía muy bien para esta noche. Su cabello siempre parecía estar perfectamente bien cuidado.

-Siempre he dicho que todos los días son de fiesta –rio y le dedicó una sonrisa.

-Ojala todos pensaran de esa forma –bufó Sarah enarcando sus cejas.

-Es una lástima –admitió Mina-.

-¿No te gustaría acompañarnos? –Preguntó Sarah mientras pasaba a su lado- estoy segura de que te divertirás. Hoy es el cumpleaños número 18 de mi hermana y quiero que se divierta como nunca.

-¡Suena grandioso! –Exclamó mina- pero temo que estaré en otro lugar. Pero tendré en cuenta tu invitación. ¿Dónde será?

-Es el Nigth, el que se encuentra cerca de aquí.

-¡Vaya! –se sorprendió y se rió al darse cuenta de que se dirigían al mismo lugar. Era el único lugar donde los que Vivian en esta privacidad podían permanecer como V.I.P. – creo que estaremos en el mismo lugar.

Antes de que Sarah pudiera anunciar su entusiasmo. Apareció tras de ella su hermana menor Alex quien vestía con un pantalón de mezclilla y una blusa casual. Su cabello estaba de la misma forma que siempre, ondulado y suelto con una pañoleta del color de acuerdo a su atuendo.

-Por favor –le suplicó Sarah girándose a su hermana- no me salgas con esa cara de amargada. Te dije que te pusieras el vestido que estaba sobre la cama.

Mina sintió incomodidad al escuchar como Sarah regañaba a su hermana. Decidió dejarlas a solas por temer que comenzara una discusión y la pusieran en medio como siempre solía suceder. Pero incluso eso la hacía sentir peor.

-Después de todo lo que intento hacer por ti –se quejó Alex mientras cruzaba de brazos- solo hago esto porque tú quieres hacerlo de esta manera, no porque yo en verdad lo desee. A mí me gustaría festejar mi cumpleaños en..

-Hay ya cállate –le contestó su hermana mientras se giraba hacia Mina como si está se estuviera disculpando por la actitud de su hermana menor- creo que ya has repetido muchas veces lo que has querido hacer. Yo estoy segura de que cuando entres a este lugar, te encantara.

Mina sintió el dulce sonido del Clac son de la camioneta de Tom. Se levantó inmediatamente y les dedico otra gran sonrisa.

-¿Gustan que las llevemos hacia el mismo lugar? –les preguntó Mina.

-Aun faltan algunas amigas que quedaron en venir, pero espero verlos allá pronto –respondió Sarah con una sonrisa aun actuando como si estuviese avergonzada por la actitud de su hermana.

-De acuerdo –respondió alegremente y sintió otro gran alivio por no tener que aguantar otra de sus escenas.

Subió a la camioneta. Atrás se encontraba Gustav –que como todos los días- seguía mostrándose serio aun siendo sus amigos. Nada en él parecía hacerlo diferente. Los saludó a ambos.
A ella le había llegado un aroma demasiado fuerte y tentador. Su olfato siguió el dulce aroma hasta que sus ojos se encontraron con los de Tom. Sus ojos estaban ocultos bajo unos lentes oscuros y una pañoleta en su cabeza le hacía juego con su playera color Azul con pequeños adornos diminutos en color blanco, sus pantalones alargados y sus tenis con el mismo color que su atuendo.

-¿No olvidas nada? –preguntó Tom antes que pusiera en marcha su camioneta.

-Creo que no –respondió pensativa mientras miraba por la ventanilla a Alex quien mostraba en su rostro una pisca de tristeza. Se preguntó qué era lo que tanto le molestaba.

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